Como ya ustedes sabrán, la semana pasada cumplí años, veintiwashawasha para ser exactos, entonces pues que organizo fiesta el viernes, mandé el flyer a varios contactos y le avisé a algunos otros, casi 100 en total, pero pues esperaba unas 50 personas si mucho, o sea por que ya sabemos todos que cuando uno hace una fiesta no van todos los que uno invita, por que pues, siempre hay muchos que tienen otras cosas que hacer, por que pues como iba yo a creer que si fueran todos… aja si claro ¿y mi nieve de que la quiero?.
De los que invite faltaron si a caso 10 y no la chinguen no se como demonios se enteró media humanidad de que había fiesta en mi casa, total que hay me tienen de de anfitrión todo cool yo tratando de atender a los 90 invitados y a los otros 90 agregados culturales, los vecinos… chales me odiaron, toco el de al lado y me dijo: Javier, me hace usted el favor de bajarle a la música y a los ruidos… aja si claro ¿y su nieve de que la quiere? O sea como quería que callara yo a un mundo de gente cantando a todo pulmón mi colección completa de canciones ochenteras para toda ocasión, que si los éxitos de Topo Gigio Jethro Tull, total que era un verdadero desmadre, ¿que iba a hacer yo?, pues lo más lógico es que les pidiera cordialmente a mis festejantes que guardaran silencio y que por favor se retiraran a sus hogares para que así, mi simpatiquísimo vecino y su simpatiquísima esposa pudieran reposar en sus habitaciones como Dios manda… aja si claro ¿y sus nieves de que la quieren? Ni mergas, a cantar, a bailar y a gozar que el mundo se va a acabar!!.
Y ahí me tiene usted estimado lector, cantando gallosamente cuanta canción me pusieran y bailando peor que trompo sin punta todo lo que se escuchaba sin distinción de genero, ¿Qué si me puse borracho? Já ¡ hasta mi madre es poco, aah que rica peda, ¿que a que horas se acabó? Pues a las seis de la mañana, como chingaos que no, ¿Qué que pasó con el vecino? Pues que fui y le regalé medio pastel para contentarle, y como siempre, el viejo truco de regalarle pastel al vecino regañón funcionó, ahora ya me ama y me saluda por las mañanas diciendo: Buenos días vecino! (lease cantadito).
Total que es la mejor fiesta que doy en años, (y probablemente la última) no me arrepiento de nada (bueno si, a la hora de la limpiada y con cruda, no fue tan divertida la cosa) y ya quiero que sea diciembre para hacer una posada y armar un desmadre cinco veces peor cantar villancicos y tomar ponche y tamales con mis amiguitos.
Entre otras cosas, parece ser que mis días de soltería terminarón ya, ¿habrá alguien capaz de domarme?, ¿Mi racha de tres años sin nadie a mi lado para compartir penas y alegrías de verdad se ha terminado? todo parece indicar que si, más detalles: Nunca.
Pero recuerden: Dice Lucerito que no hay crisis, Jojojo esos bribones de la bolsa de valores siempre haciendo de las suyas, esta trastada casi me la creo.
Y ya.